Es importante conocer lo que significa ser un “Bendecido de Dios”. Muchos pronunciamos la palabra bendición sin creer realmente en la importancia de ella, no es nada más un término, se trata de una poderosa palabra que se hace vida en nosotros cuando tenemos fe.
Ser un “Bendecido de Dios” es recibir constantemente cosas buenas de parte de Él. Pero no se trata solamente de objetos materiales, se trata también de regalos espirituales, emocionales, familiares y otros obsequios que sólo Dios entrega a los que le creen. Dice Jeremías 17:7-8 “Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto”.
Dios está dispuesto a bendecir nuestras vidas constantemente. “Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes”. Salmos 20:4. Él tiene para cada uno de nosotros planes de esperanza y de prosperidad, no de calamidad, como dice su Palabra en Jeremías 29:11.
Muchos viven de forma mecánica, cumpliendo el dicho “como vaya viniendo, vamos viendo”, caminan sin ánimo y sin esperar que algún bueno ocurra en sus vidas. Pero no es lo que Dios quiere, Él desea para nosotros salud, amor, trabajo, riquezas, familia, alegría, en fin todo lo bueno que para que vivamos una vida en abundancia.
Debemos caminar entonces como unos “Bendecidos de Dios”, dejar de lado la queja, la tristeza, la desesperanza, al contrario, alzar la cabeza y afirmar que estás en victoria, que el Señor está de tu lado y que está trabajando para bendecir tu vida.
Por Andreina Fersaca