Aprender a escuchar a Dios es clave para obedecer su voluntad

Nuestro Padre Celestial no utiliza ni uno, ni dos métodos para llegar a sus hijos, son muchas las maneras que Dios tiene para comunicase con nosotros, bien sea a través de la Biblia, la oración, ciertas circunstancias o a través de otras personas. El caso es que es necesario que nuestros oídos estén afinados y listos para escucharle, pero sobre todo para obedecerle.

No es lo mismo escuchar la voz de Dios y cumplir su voluntad. Muchas veces lo escuchamos, es decir recibimos la Palabra, meditamos en ella, pero no estamos dispuestos a ser obedientes en lo que él está demandando. No se trata solamente de escuchar la voz de Dios, se trata también de que esta Palabra se haga rhema en nuestras vidas.

En Lucas 11:18 dice: “Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen”. En este versículo Jesús nos muestra que no solo se trata de oír la Palabra sino también de hacerla por obra. Ser una persona dichosa significa que “se siente plenamente satisfecho por gozar de todo lo que desea o por disfrutar de algo bueno”, y realmente de esta manera es que el Señor quiere que vivamos.

Nuestro Padre Celestial posiciona a los creyentes en comunidad para que puedan ser apoyados por quienes están a su alrededor. Él no duda en enviar un mensaje por medio de alguien que conozcamos.

Pero Dios no usa solo uno o dos de estos métodos para llegar al creyente. Él habla a través de todos ellos. Tenemos que afinar nuestros oídos espirituales, recordando siempre que un mensaje del Señor debe estar de acuerdo con su santa Palabra.

  • El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad. Proverbio 1:5
  • Sabed, por tanto, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles. Ellos sí oirán. Hechos 28:28
  • Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen. Juan 10:27

Por Andreina Fersaca