Aprende a ser mayordomo del dinero

Hablar de economía ha sido por muchos años tema de discusión entre parejas, amigos, familia, compañeros de trabajo, socios, empresarios; en fin en ocasiones comienza todo de una forma sana y culmina en pleitos que a su vez traen falta de perdón, paz, amor y conlleva a la ruina y la tristeza. La razón es que el dinero habla de lo que está en el corazón de las personas y su uso muestra el verdadero carácter.

Existen cuatro principios importantes para tener en cuenta en cuanto al dinero:

1. Establecer prioridad sobre a su uso

2. Forma de gastar el dinero

3. Gastar el dinero en otros

4. No malgastar el peculio, pero tampoco aferrarse a él

Jesús habló del dinero en su andar en esta tierra. En Lucas 16:11 dice: Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?, y en Mateo 25:21 refiere: “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.

La manera de manejar el dinero dice mucho de nuestra relación con Dios. El Señor no te dará más abundantemente de lo que tienes, si con lo que tiene actualmente no haces lo correcto y eres testimonio de mayordomía.

En la Biblia existen más de 500 versículos que hablan de la fe en cuanto a provisión y más de 2000 sobre el dinero y posiciones materiales, que compiten con Dios. “Ninguno puede servir a dos señores; porque aborrecerá al otro y amará al otro, o estimará al menos y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios ya las riquezas”. Mateo 6:24

Dios siempre da semilla al que siembra, se trata de un principio bíblico financiero y esto condiciona nuestras finanzas. En filipenses 4:17, proverbios 11:24-25, 2 corintios 9: 6-11 y Juan 3:16, podemos observar el principio de dar, es decir sembrar.

La Palabra de Dios también nos habla sobre los diezmos, las ofrendas y las primicias (lo primero del año y de nuestro producto). Todo esto tiene que ver con la fe, con creer que si somos buenos mayordomos de nuestras riquezas el Señor nos seguirá proveyendo mas abundantemente de lo que esperamos.

Por Andreina Fersaca