Apártate del chisme

El chisme, por su misma naturaleza, es destructivo, no importa los motivos. Son comentarios, frases, palabras o cuentos que van de boca a boca sin ser verificados y que son negativos para quien los genera, quien los recibe y para el protagonista de la conversación.

Es una forma enfermiza de entretenimiento y ¡una gran muestra de inseguridad!, muchas personas “chismorrean” para llamar la atención o tener algo que decir, a veces lo hacen para impresionar pero no saben el daño que causan y que no es agradable ante los ojos de Dios.

Proverbios 17:4 dice: “El malvado hace caso a los labios impíos, y el mentiroso presta oído a la lengua maliciosa”

Tres tips para responder a aquéllos que te susurran al oído:

1.-Habla con firmeza

Si te encuentras en un grupo de amigos y el chisme empieza a generarse puedes hablar con claridad y firmeza manifestando tu desacuerdo de forma respetuosa, si luego de exponer tus razones continúa el tema y la búsqueda de involucrarte es mejor que te alejes y ser sabio. “Sin leña se apaga el fuego, sin chismes se acaba el pleito” (Pr 26:20).

2.- No deshonres a Dios

En Colosenses 3:17 está escrito “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él”, esto quiere decir que todo lo que hagamos debe ser para Dios, no podemos participar en el chisme porque de esta manera estarás deshonrando al Padre y devaluando tu testimonio.

3.- Sé un exhortador

Si eres un hijo de Dios debe dar testimonio y actuar como tal. A pesar de lo que muchos digan de ti es importante nunca negar a Jesús y actuar como Él. Aun en medio del chisme podemos ser agentes transformadores y cambiar la atmosfera negativa que existe en contra de quien “destruyen”. Un comentario positivo será perfecto para un momento de tensión. Pablo dijo: “Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan” (Ef 4:29).

Por Andreina Fersaca