Los errores y desaciertos de los demás no deben utilizarse para juzgar y criticar al prójimo sino para tomar consejo y aprender una lección de lo visto. “Miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé consejo” (Proverbios 24.32).
A diario tenemos la oportunidad de mirar cómo se conducen otras personas y es necesario grabar en nuestra mente lo que observamos para extraer lecciones para nuestra vida, y aplicarlas en el momento oportuno.
El versículo también dice “lo vi”, esto significa, fui testigo de los resultados que cosechan las personas al actuar de determinada manera y agrega “tomé consejo”, esto es lo que debemos hacer para nuestro provecho y crecimiento. El principio también aplica de forma positiva al ver personas que se conducen de forma correcta. Debemos aprender de ellas e imitarlas.
La mayoría se queda en la crítica, pero sin sacar provecho para su vida de lo que han visto. La mayoría se queda en el elogio, pero sin aprovechar ese modelo para imitarlo. Cuando Dios nos permite ver distintas situaciones es para que podamos aprovecharlas, tanto evitando los comportamientos negativos como imitando los comportamientos acertados.
Salomón era un observador de los comportamientos de los demás y de los resultados que estos cosechaban. Frente a estos no se quedaba en la crítica ni en el elogio, sino que actuaba en consecuencia de forma sabia a lo que estaba observando.
Dios nos da en su Palabra las instrucciones para manejar con éxito los asuntos prácticos de la vida, tales como la relación con Dios, con los padres, con los hijos, con los semejantes, con el gobierno, etc.
Los tesoros terrenales no son comparables con la sabiduría verdadera. Esta sabiduría es el Señor Jesucristo y su salvación y solo se obtiene por la fe y la oración. En 1 Corintios 1:30 el apóstol Pablo dice: “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”. Se refiere a Cristo como Aquel que “nos ha sido hecho por Dios sabiduría” Y en Colosenses 2:3 dice que en Cristo “están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.
La sabiduría divina, nos debe formar en integridad y madurez que nos permitan desarrollar una vida recta y exitosa. ¿Cuántos cristianos pierden las bendiciones de la sabiduría divina por falta de conocimiento bíblico?
Por Andreina Fersaca