Estamos llamados a vivir de una manera diferente a como la vive el mundo. La Palabra de Dios nos da instrucciones de cómo hacerlo. En 1 Tesalonicenses 5: 16-22 Pablo nos describe 7 claves para vivir que nos hará diferenciarnos de los demás.
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal”. 1 Tesalonicenses 5: 16-22
1.- Estén siempre alegres:
La vida no siempre es fácil, pero siempre hay una razón por la que, a pesar de todas las dificultades, debemos estar siempre alegres. Cuando Jesús está plenamente en nosotros no podemos dejar de estar alegres. El Señor es la fuente de la verdadera alegría, porque da sentido a nuestra vida. La alegría del cristiano no radica en el puro optimismo, en la abundancia material o en la alegría de ser joven y tener salud; más bien es fruto de tener una relación profunda con Dios.
2.- Nunca dejen de orar:
La oración para el cristiano tiene que ser como el respirar: algo que hacemos inconscientemente. Cuando vengan los retos de la vida, en vez de quejarte ora a Dios en todo tiempo, expresa tu agradecimiento a Dios, tanto en las cosas buenas como en las malas.
3.- Sean agradecidos:
Los que amamos a Dios debemos ser agradecidos, pues sabemos que hemos recibido de parte del Señor mucho más de los que merecíamos. También debemos ser agradecidos con aquellas personas que están a nuestro alrededor y nos bendicen, esto agrada al Señor. No olvides que aun en medio de las dificultades que se nos presentan en la vida podemos ver cómo el Señor nos sostiene diariamente con su amor y su misericordia. No olvides agradecer a Dios por esos detalles de amor.
4.- Aférrense a lo bueno:
Estás llamado a hacer lo bueno, a ser respetuoso y ser pacífico. La Biblia nos insta a que nadie pague mal por mal; sino a esforzarnos siempre por hacer el bien a todos. No olvides que hasta lo más insignificantes actos de amabilidad son tan valiosos que pueden cambiar el mundo.
5.- No desprecien el don de profecía:
La profecía es uno de los dones del Espíritu Santo, dado a la iglesia, para exhortación, edificación, consuelo y guía. Los profetas del Antiguo Testamento pronosticaron guerras, hambres, prosperidad y victorias. Isaías predijo el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús con asombrosa precisión. Por su parte, Pablo le dijo a la iglesia en Tesalónica: «No menospreciéis las profecías.» Algunas personas no le dan ningún lugar, otros le dan el lugar, mientras que Dios quiere darle un lugar en la vida del creyente. En su propio lugar, la profecía es una herramienta formidable para la dirección.
6.- No apaguen al Espíritu Santo:
Esta advertencia que nos da el apóstol tiene que ver con que no dejes tu vida de oración, no dejes de congregarte, no dejes de trabajar para Dios, aparta completamente el pecado de tu vida. Mantén el fuego del Espíritu Santo encendido, por eso hay que mantener la copa rebosando siempre con oración, alabanza, ayuno y comunión con nuestros hermanos.
7.- Apártense de toda clase de mal:
El Señor nos advirtió que en los últimos tiempos la maldad aumentaría, por eso debemos apartarnos de todo tipo de mal como: chismes, contiendas, envidia, odio, peleas, murmuración y todo aquello contrario a la Palabra de Dios. Si queremos diferenciarnos del mundo, dejemos de lado todo lo malo y todo lo impuro e imitemos lo bueno.
Por Rossmary Valladares
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