En la Biblia hay innumerables relatos de mujeres que se enfrentaron a la adversidad, sin embargo, perseveraron gracias a una combinación de fe, determinación e intervención divina. Varias de estas mujeres nos dan lecciones valiosas sobre cómo superar las adversidades al confiar en Dios y su Palabra.
1.- Rut:
El carácter de Rut ejemplifica lealtad y perseverancia. Tras la pérdida de su marido, acompañó a su suegra, Noemí, y se encontró con numerosas dificultades. Sin embargo, gracias a su incansable determinación y dedicación, se ganó la aprobación de Dios y finalmente se casó con Booz, un hombre de inmensa riqueza. Rut fue una mujer que pudo ver más allá de las circunstancias y nunca miró atrás, sino que siempre siguió adelante. Por eso, en medio de tu adversidad toma decisiones sabias, guiadas por el Señor, pues tu vida está siendo preparada para bendiciones mayores en el tiempo perfecto de Dios.
2.- Ester:
Ester, una reina judía de Persia, enfrentó la posibilidad de un genocidio contra su pueblo. Aunque estaba insegura y asustada, decidió arriesgarse y revelar su identidad. Cuando se amenazaba a su gente, Ester se veía cara a cara con la adversidad. En medio de su situación habría sido más fácil apresurarse y hablar con el rey sin pesar en las consecuencias. Sin embargo Ester preparó su corazón con oración y ayuno, esperó y escuchó la voz de Dios para que la guiara, y eso fue lo que Dios hizo con ella. Así que no dudes en esperar con paciencia y actuar con prudencia, pues Él te ayudará también, ten fe.
3.- María (madre de Jesús):
María encontró multitud de obstáculos a lo largo de su vida, incluido un embarazo inesperado, un peligroso viaje a Egipto para escapar de la persecución y la eventual crucifixión de su hijo. Aun en medio de sus miedos y preguntas, María recordó a quien pertenecía su vida. A pesar de los enormes desafíos, la fe inquebrantable y la notable resiliencia de María sirven como un brillante ejemplo de perseverancia frente a la adversidad. Deposita toda tu preocupación sobre tu Poderoso Dios y glorificarlo en medio de tus circunstancias más abrumadoras.
4.- Ana:
Ana era una mujer estéril que anhelaba tener hijos. Ella oró fervientemente y, finalmente, Dios respondió sus oraciones al darle un hijo, Samuel. Su historia nos enseña sobre la importancia de la perseverancia en la oración y la confianza en Dios. En la vida, tendremos muchas aflicciones las cuales pueden hacernos caer en desesperanza, ya sea la angustia por no poder concebir un hijo, como fue el caso de Ana u otros retos de la vida diaria. Al poner nuestra mirada en lo eterno, seremos capaces de colocar toda nuestra confianza en Cristo Jesús, quien nos dice “no temas, yo estoy contigo”.
5.- Abigail:
Abigail enfrentó una situación peligrosa cuando su esposo, Nabal, ofendió a David y su ejército. Con valentía, Abigail intervino para evitar un conflicto violento y proteger a su familia. En momentos como este puede parecer difícil tener fe y levantarse, pero Abigail sabía que no estaba sola. Dios puede cambiar hasta la situación más difícil, solo tenemos que estar firmes en la fe y fijar nuestros ojos en Jesús más que nunca, porque simplemente es una prueba que al final pasará; seguro es el comienzo de algo más grande.
6.- La mujer cananea:
El Evangelio de Mateo relata la historia de la mujer cananea, que imploró a Jesús que curara a su hija poseída por un demonio. Inicialmente, su solicitud fue rechazada, pero ella persistió en su fe inquebrantable y finalmente recibió la ayuda que buscaba. Esta historia resalta la importancia de la perseverancia en la oración y la fe para sobreponerse ante cualquier situación.
Las historias de estas mujeres de la Biblia sirven como fuente de inspiración para todos nosotros. Demuestran cómo la fe, el coraje y la perseverancia pueden ayudarnos a enfrentar los desafíos de nuestra vida. Al poner nuestra confianza en Dios en tiempos de lucha, podemos superar la adversidad. Las historias de estas mujeres de fe son testimonio de la sabiduría y como la dirección de Dios está disponible para nosotros durante tiempos difíciles.
Por Rossmary Valladares