A veces creemos que nuestros pensamientos pueden quedarse en secreto en nuestra mente, pero esto no es así. Sin darnos cuenta, nuestro carácter, comportamiento y actitudes poco a poco se van convirtiendo en la suma total de todos nuestros pensamientos.
El apóstol Pablo escribió en su carta a los Filipenses: “Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Filipenses 4:8.
Por lo tanto, si hoy tus pensamientos no están orientados a lo que nos enseña la Palabra de Dios, es necesario que tomes la firme decisión de ser libre de pensamientos dañinos y negativos; por el contrario cámbialos por los pensamientos de Dios.
¿Sabías que una mente fortalecida en Jesús puede vencer muchos obstáculos? por eso te compartimos 6 consejos que pueden ser de gran ayuda para mantener una mente fortalecida:
1.- Alimentarse con la Palabra de Dios. Cuando dedicamos tiempo de calidad para leer y estudiar la Palabra de Dios nuestra mente se va renovando, ya que su Palabra es viva y es más cortante que toda espada de doble filo y por tanto cortará y derribara toda fortaleza mental que tengamos.
«La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales». Colosenses 3:16
2.- Un autoestima fuerte. Necesitas saber quién eres en Jesucristo. Tú eres su más preciado tesoro. Eres de gran valor para Él. Un Padre jamás abandona a su hijo y hay grandes promesas para aquellos que le aman y le buscan, y el Señor te ha diseñado como un ser especial y único, ¡no lo dudes!
“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida”. Isaías 43:4
3.- Trata bien a los demás. No condenes a la gente, más bien anímalos. Eso se retribuirá a tu vida positivamente y además te hará sentir muy bien. Piensa en cómo Jesús dio todo sin nada a cambio, dejó huellas en aquellos que se acercaban a Él.
“Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo”. Efesios 4:32
4.- Aprende a tener tanto éxitos como fracasos. En la vida no todo es victoria y ganancia, tendrás fracasos y pérdidas, pero no desmayes, inténtalo de nuevo. No desperdicies los fracasos y resbalones: APRENDE de ellos.
«Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides». Deuteronomio 31.8
5.- Practica los pensamientos positivos. Mira con optimismo tu vida y a tu alrededor. Siempre mira el lado bueno de las cosas, hay mucha gente que está peor que tú. Siempre puedes tener un motivo para agradecerle a Dios.
«Tú guardaras en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti perseverá; porque en ti ha confiado». Isaías 26:3
6.- Mantén el sentido del humor. Está comprobado que la risa activa tu sistema inmunológico (es tu mejor defensa) y ventila mejor los pulmones. Ríete más y contagia alegría a otros.
“No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde el ánimo, todo el cuerpo se enferma”. Proverbios 17:22
Por Rossmary Valladares