El enojo es una emoción que hemos sentido todos los seres humanos en algún momento. Dios nos comprende, pues es parte de como fuimos creados. Y es que, el enojo en sí mismo no es un pecado. Sin embargo, La Biblia nos enseña en varios versículos bíblicos a no aferrarnos a ello y a no permitir que ese enojo permanezca por mucho tiempo. El enojo que no se suelta puede convertirse en resentimiento y amargura, esto a su vez puede hacer que muchas personas se aparten de tu lado y que tu vida se vuelvas un caos.
Aquí hay varios versículos bíblicos que nos ayudan a reflexionar cuando atravesemos esos períodos de enojos y a cómo sacarlos de nuestra vida lo más pronto posible:
1.- Efesios 4:26-27: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.
En este versículo se nos insta a sentir enojo, pero sin pecar. Es importante no dejar que el enojo nos consuma, controlar nuestras emociones y no prolongar el enojo hasta el punto de caer en acciones pecaminosas. El enojo prolongado puede dar lugar a pensamientos y acciones negativas, lo que puede dejar espacio para la influencia del diablo en nuestras vidas. Asi que, cuando algún tipo de situación de estas llegue pídele a Dios que te ayude a superar y a calmar el enojo que está dentro de ti.
2.- Proverbios 16:32: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”.
Este proverbio nos invita a reflexionar, puesto que es mejor ser paciente y controlar nuestro enojo que ser impulsivos y permitir que el enojo nos domine. La paciencia y el dominio propio son importantes virtudes que nos ayudarán a mantener la paz y la sabiduría en nuestras vidas.
3.- Santiago 1:19-20: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Santiago nos recuerda la importancia de controlar nuestra ira y ser prudentes en nuestras palabras y acciones. La ira no nos lleva a hacer la voluntad de Dios, por lo que es esencial ser pacientes y reflexivos para evitar actuar impulsivamente y de manera injusta. Debemos recordar la importancia de de reflexionar antes de actuar impulsivamente en medio del enojo y agrademos a Dios en todo tiempo.
4.- Colosenses 3:8: “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enejo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca”.
Las palabras son poderosas y son semillas que quedan sembradas en donde y a quien se las decimos. La ira, el enojo y otras actitudes negativas van en contra de los principios de Dios. Es importante renunciar a estas malas actitudes y buscar vivir en amor y paz, en armonía con los mandamientos de Dios.
5. Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”.
Este texto bíblico destaca la importancia de ser paciente y equilibrado en medio de ese tipo de situaciones que nos pueden generar enojo. El autocontrol y la prudencia nos ayudarán a evitar caer en la necedad y a actuar de manera sabia y justa.
Por Rossmary Valladares