5 motivos para enseñar a los niños a orar

Los niños tienen un corazón puro, una inocencia inigualable y una humildad hermosa. Ellos son los consentidos de Dios. Pero el tiempo va pasando y ellos dejarán de ser niños; es importantes que desde pequeños sean enseñados en la Palabra de Dios. “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Proverbios 22:6

Una de las principales áreas en la que debemos capacitarlos es en la oración, ya que ésta constituye una de las armas más poderosas que tenemos como cristianos. En efesios 6:18 dice “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Hay que enseñar a los niños unos motivos importantes por lo que es necesario orar.

1. Adoración: Es reconocer los atributos de Dios, honrarlo por lo que él es. “Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz”. Salmo 95:6-7

2. Acción de Gracias: En nuestra oración debemos dar gracias a Dios por todo el amor que nos tiene sin restricciones. Se trata de expresar gratitud por la misericordia derramada en nuestras vidas.

3. Confesión de pecados: La oración debe estar llena de arrepentimiento, de reconocer que somos pecadores y que debemos pedir perdón por lo que hemos hecho mal delante de los ojos de Dios.

4. Peticiones: Son todas las necesidades que se presentan en nuestras vidas. Podemos libremente presentar ante Dios nuestras peticiones personas o las de otras personas. Su Palabra dice que presentemos ante el Señor todas nuestras peticiones que él las concederá conforme sea su voluntad

5. Intercesión: Es necesario enseñar a nuestros niños a orar por otros, a sentir el dolor del prójimo. Es intervenir ante Dios por esas personas que amamos, e incluso por aquellos que no conocemos.

Como adultos debemos dar a los niños una orientación sobre lo que pueden decirle a Dios en cada oración, así ellos podrán expresarse libremente y entender que el Señor es su Padre Celestial.

Por Andreina Fersaca