Muchas veces tenemos tantas distracciones a nuestro alrededor que se nos dificultad escuchar la voz de Dios. Es necesario que diariamente apartemos un tiempo para hablar con Dios y fortalecer nuestra relación con Él. Esto hará que dejemos a un lado todo aquello que nos impide comunicarnos con el Padre Celestial.
Y es que, hay infinidades de cosas que nos apartan de escuchar la voz de Dios, las cuales debemos callarlas si queremos vivir una vida dirigida por el Espíritu Santo, quien nos guía a toda verdad.
1.- El Reproche: El reproche es aquello que le atribuimos a Dios por las cosas malas que nos pasan o por algo que sabemos que Él pudo haber evitado y no lo hizo. Esto impide un dialogo eficaz con Él.
Job un hombre que se mantuvo fiel e integro, a pesar de todo lo que vivió, jamás renegó ni reprochó a Dios por lo que estaba pasando. Al final de todo, vivió una vida bendecida que lo llevó a estar más cerca del Señor. La Palabra menciona: “En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”. Job 1:22
2.- El Rencor: Un corazón lleno de rencor con otros, difícilmente podrá escuchar la voz de Dios. La Palabra nos dice que el perdón más que liberar a los demás nos liberta a nosotros mismos. Cuando decidimos perdonar a quienes nos han ofendido, podemos reposar porque nuestro corazón no tendrá ese peso que se arrastra de manera innecesaria. El rencor muchas veces nos impide estar delante de la presencia de Dios.
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. Colosenses 3:13
3.- El Miedo: En algún momento todos hemos sentido miedo y en el tiempo en el que vivimos, el miedo está en el aire. Pero hay que tener cuidado y no permitir que ese miedo alcance niveles irracionales que pongan de lado las promesas que Dios dejó para nosotros. El miedo nos paraliza, hace actuar sin pensar, afecta la salud y nos hace huir y vivir inquietamente.
Así que, si quieres sentir como Dios te habla y guía tus pasos, toma acción y no te dejes paralizar, ni acobardar. Más fuerte es el que está contigo que el que está con el mundo.
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”. Josué 1:5
4.- Las preocupaciones: La preocupación es la falta de confianza en el Creador. No se puede vencer la preocupación preocupándose por ella. Esta se vence al redireccionar las cargas a alguien que es capaz de manejar esas cargas y quien mejor que el Señor.
Cuando estamos más pendientes de nuestras cargas y preocupaciones diarias, olvidamos aquello que Dios quiere regalarnos cada día, quitando nuestra atención a las cosas del cielo y llenándonos de inquietud.
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. 1 Pedro 5:7
5.- El Pasado: Todas las personas tenemos recuerdos, recuerdos buenos y malos. Solo basta con ver fotografías y recordar algunos momentos bonitos que hemos vivido, que quisiéramos repetir, pero que ya pasaron y no se puede volver atrás.
La Biblia nos recuerda que es necesario dejar el pasado atrás, y no porque sea malo, sino porque dejamos de prestar atención a lo que tenemos al frente y descuidamos el hoy. Hay errores del pasado que crean inquietud y culpa que no nos dejan avanzar a lo que Dios quiere hacer con nuestras vidas.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17
Por Rossmary Valladares