A lo largo de nuestras vidas aprendemos muchas lecciones, entre ellas aprendizajes que nos hacen crecer y ser mejores personas, algunas lecciones no son tan agradables, hubiéramos querido aprenderlas un poco antes y así ahorrarnos mucho dolor.
Las lecciones de vida nos enseñan que cada día es una nueva oportunidad para poner en práctica todo lo que es correcto y agradable delante del Señor. Por eso, la Biblia nos da algunas lecciones para tomar en cuenta antes que pasen los años, mires hacía atrás y te arrepientas de no haberlas tomado en cuenta.
1.- Escucha a tus padres
Los padres son un regalo para nuestras vidas, ellos llevan mucho camino recorrido y su experiencia nos puede ayudar a tomar mejores decisiones. Por ello, aunque ya seas adulto, escucha y atiende el consejo de tus padres, ellos son las personas que más nos aman y más nos conocen en este plano terrenal. Escuchar a los padres no es solo para los niños, quienes por ser pequeños necesitan dirección y corrección, sino también para los adultos, ya que los padres tienen enseñanzas valiosas que puedes aplicar en tu día a día.
“Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da”. Deuteronomio 5:16
2.- No te estreses tanto, confía en el Señor
La vida pasa tan rápido que de nada vale estresarse y vivir preocupado. Al llegar a cierta edad nos damos cuenta que el estrés solo robó nuestro tiempo para vivir. Las pruebas sin duda vendrán, pero son necesarias para fortalecernos y confiar en Dios. Así que, aprovecha al máximo cada día y recuerda que la vida es como la neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece (Santiago 4:14).
“Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6
3.- Aprovecha el tiempo
No tenemos todo el tiempo del mundo, la vida en esta tierra es breve. Aprovecha el tiempo para crear recuerdos valiosos con tu familia, amigos, haciendo la obra para el Señor. El tiempo que tenemos hoy ya mañana no lo tendremos otros más, el tiempo es el activo más importante en tu vida y es corto. Nuestro tiempo es fugaz; de hecho, es infinitamente pequeño en comparación con la eternidad. Para vivir como Dios quiere que vivamos, es esencial que aprovechemos al máximo nuestro tiempo.
«Hazme saber, Señor, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive». Salmo 39:4-5
4.- Valora a los que están a tu alrededor
A veces olvidamos valorar a las personas que están a nuestro lado, la prisa y las ocupaciones nos alejan de las personas que amamos. Por su parte, hay vínculos que se hacen fuertes, se alimentan del afecto sincero, la reciprocidad, el reconocimiento y el tiempo compartido. Por lo tanto, si en las relaciones con los demás dejamos de cultivar tales aspectos, corremos el riesgo de alejarnos de quienes amamos. Por ello, es importante reducir el ritmo y mirar a quienes tenemos con nosotros. Aunque parezca obvio, a veces podemos olvidar cuáles son nuestras prioridades, desatendiendo aquello que es importante frente a lo que se alza como secundario.
“Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”. Marcos 12:31
Por Rossmary Valladares